Obras de arte

Imagen de Jesús de Medinaceli

Imagen de Jesús de Medinaceli

Camarín Jesús de Medinaceli Audio-guía
Imagen de Jesús de Medinaceli

Representa la escena evangélica del Ecce Homo.

La imagen, de un metro y setenta y tres centímetros, está realizada en madera de cedro y pino, tallada y policromada. Descansa de pie sobre una sencilla peana. Su cuerpo está modelado con pormenores anatómicos; en especial se han cuidado aquellas partes que van a quedar expuestas a la veneración: cabeza, manos y pies. Los cabellos al natural; rostro, sereno y dolorido; la boca, entreabierta; la barbilla, corta. Los brazos entrecruzados, maniatado están articulados por los hombros para facilitar el ser vestido; un leve sudario, de líneas simples, cubre las caderas. La unción religiosa, la majestad y serenidad, son características esenciales de esta bella escultura de porte augusto y majestuoso, centro de culto y veneración.

Destacable en su iconografía viene a ser el escapulario que ostenta en su pecho, con la cruz trinitaria azul y roja, distintivo que ensalza de manera fehaciente a la imagen con la orden que la redimió de los moros.

Todo parece indicar que el artista quiso reproducir así la escena de la Pasión, en que el presidente Pilatos, después de interrogar a Jesús privadamente, lo saca fuera del pretorio y lo presenta al pueblo que vociferaba contra él, diciendo "He aquí al Hombre", o, por mejor expresión: "Aquí tenéis a vuestro Rey".
Esa fue seguramente la idea del escultor: sorprender al divino Nazareno en aquel momento histórico y solemne de la vida, y puede asegurarse, sin género de duda, que lo logró a la maravilla.

Indudablemente, la imagen de Jesús es obra sevillana que podría fecharse en el segundo o tercer decenio del siglo XVII. Algunos de sus rasgos expresivos recuerdan los empleados por Francisco de Ocampo en varias de sus obras identificadas; pero sus fórmulas artísticas son análogas a las que el imaginero Luis de la Peña utilizó en sus imágenes de Jesús Dolorido, que se veneran en diversos templos de Morón de la Frontera (Sevilla), y que están fechadas en ese mismo tiempo.

¿A quién pertenecía la imagen? Aunque hoy todavía nos movemos en el campo de las hipótesis, creemos firmemente que a los Capuchinos de Andalucía.

Desde el momento de su talla, la historia de la imagen es apasionante
El 30 de abril de 1681, España perdió el presidio de Mámora de Mehdía, una pequeña ciudad en el norte de Marruecos en la desembocadura del río Sebú.
Allí residían los Capuchinos en calidad de capellanes y encargados de la administración del Hospital Real además de verdaderos misioneros apostólicos. 
El emperador de Fez, Muley Ismael, dio orden al capitán general Alí Benaudala de cercar el fortín español con ochenta mil soldados, siendo la guarnición de la plaza de tan solo 150 hombres, hambrientos, casi desnudos, con pocos víveres y escasa munición.
La plaza española cayó y sus efectivos militares y civiles quedaron cautivos, al igual que las imágenes y objetos sagrados que allí había.
La caída de la fortaleza de Mehdía impresionó en España y de inmediato se pensó en llevar a cabo la redención de cautivos e imágenes. Fue la decimocuarta redención de los Padres Trinitarios que, en las ciudades de Mequinez, Fez y Tetuán consiguieron redimir a 211 cautivos, 17 imágenes y otros objetos sagrados.
Las imágenes sufrieron muchos ultrajes y escarnios. El Rey Muley Ismael mandó arrastrar la imagen de Jesús por la ciudad en señal de odio a la religión cristiana. 
No sabemos cuánto pagaron los Padres Trinitarios por el rescate de la imagen. Cita la tradición que Jesús fue rescatado al precio de su peso en oro o plata y la leyenda cuenta que fueron 30 monedas de oro en alusión al pago que recibió Judas por la entrega de Jesús.
Pasarían más de doscientos años para que el Duque de Medinaceli entregara la imagen a los Capuchinos que continuarían promoviendo la devoción y el culto hasta nuestros días.
El bello rostro del Cristo "Cautivo  Rescatado", preside un lugar en el corazón de todos los madrileños y de quienes, llegados de todo el mundo, acuden a suplicar por sus necesidades y dar gracias por cuantos beneficios el Nazareno les concede.
Así, esta imagen de Jesús de Medinaceli se conoce como "El Señor de Madrid", obra y orgullo de cuantos acuden a besar sus pies en cada primer viernes de marzo.

Para conocer este episodio de la historia de Jesús de Medinaceli y otros capítulos con más detalle te recomendamos estas dos obras:

Historia del Cristo de Medinaceli del Hno. Domingo Fernández Villa
El Cristo de Medinaceli y su Archicofradía de Enrique Guevara Pérez

Estas obras están disponibles en Capuchinos Editorial 

Galería de imágenes

Nuestro Padre Jesús de Medinaceli en su camarín
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Nuestro Padre Jesús de Medinaceli en su camarín

Primer plano del rostro de Jesús de Medinaceli
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Primer plano del rostro de Jesús de Medinaceli

Detalle de las manos de Nuestro Padre Jesús de Medinaceli
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Detalle de las manos de Nuestro Padre Jesús de Medinaceli

Jesús luce una corona de oro y piedras preciosas regalo de esclavos y devotos
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Jesús luce una corona de oro y piedras preciosas regalo de esclavos y devotos

Jesús en procesión
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